Hay días en la vida de un país que pasan a la historia con más dicha que otros, alguno de ellos incluso con gloria. Ésa noche, en el teatro Felipe de Madrid se vivió el estreno de la zarzuela LA GRAN VÍA, del maestro Federico Chueca (1846-1908). No sabemos si nuestro compositor fue consciente de la importancia de lo que acaba de suceder, Ahora, casi ciento treinta años después, estamos convencidos de que vio la luz una de las obras clave del llamado "género chico", del que Federico Chueca fue uno de los maestros indiscutibles.
Hemos querido situar la acción de nuestra puesta en escena ese día tan incierto. Y digo incierto porque todos los que nos dedicamos al teatro sabemos que el estreno de una pieza puede ser una consagración para siempre o el principio de su olvido.
Nuestra acción se situará en el café del vapor, un típico establecimiento de tertulia y jolgorio de Madrid del siglo XIX, y vecino al teatro Felipe, donde están sonando los últimos compases de LA GRAN VÍA, en el mismísimo día de su estreno. Todo estará preparado en este lugar para la llegada de nuestros invitados que celebrarán el éxito del estreno, cuyo sonido llega desde el teatro vecino...